01 Jan Exposición en la Galería RAY-GUN, Valencia, Maria José Fernandez-Montenegro Morales
Implicada en una sencillez que se acerca a lo transparente aunque no por ser clara es fácil, posee una difícil facilidad. La obra de Elena Aguilera muestra un recorrido configurado de una mayor carga de elementos a una sucesiva descarga de todo aquello que le pesa.
Sometiéndose a una experiencia constante en la búsqueda de una simplicidad compleja. Utiliza como instrumentos: el espacio del cuadro que se vuelve profundo aunque plano, y las líneas negras que dibujan quebrando.
Asimila lo exterior interiorizándolo, huye de lo alegórico y reduce callando con un silencio armonioso como único modo de encontrar la realdad.
Sus obras muestran un deseo de transmitir aún con el riesgo de su propia desaparición. “Hay un olvido de toda existencia, un callar, un olvido de toda existencia que es como si hubiéramos perdido todo” (1)
Desde su pérdida no le niega la existencia a un mundo de líneas que se unen y se separan por sí mismas indicando un espacio que está más lejos de lo que pensamos y más cerca de lo que imaginamos. A donde accedemos mediante la relajada mirada que encuentra una obra que parece decir siempre muy poco pero dice mucho(2).
Tal vez un intento de conciliación y contradicción ambigua necesaria para un silencioso viaje que acompaña a la existencia y configura lugares utópicos donde descansar.
Lugares que se forman en estas superficies densas que sintetizan la complejidad de la experiencia física e intelectual, desde una abstracción con grafías o una grafía con abstracción. La relación con un grupo de expresionistas abstractos interesados en lo caligráfico como exteriorización de un concepto interior que conecta con el valor de realidad que el signo adquiere una vez trazado (3).
Búsquedas iniciadas por Kline tuvieron continuidad en Europa con la abstracción lírica en un intento de algunos artistas Mathieu, Soulages, Hartung y Saura de cubrir los lienzos de arabescos y firmas personales. Este interés por la grafía verá nacer otros intentos caligráficos que tomarán la escritura dependiendo de su propio criterio personal, Ben utilizará frases escritas de clara inclinación conceptual, Haring empleará el grafitti, Ivens Machado presenta una mezcla de escritura y flechas direccionales.
Elena Aguilera desarrolla modos de no sólo abstracción aunando haces de líneas, caligrafía negra sobre fondo denso, respetando el formato tradicional y buceando en otros modos de crear mundos; utilizando la bidimendionalidad con una preferencia por las grandes dimensiones.
Asoman en sus superficies planos que generalmente poseen diversas capas de color produciendo a veces la impresión de contorno dentro de un contorno, donde surge la grafía que entendemos como actividad gráfica tanto en su modalidad de escritura como de dibujo.
Y recogiéndose la grafía en la convergencia de dos significaciones (lo escrito y la imagen) en un solo término” que haría referencia al pensamiento oriental. En cuanto proceso de formación conceptual de imágenes que en medio de su objetividad se consideran semejantes (4).
El dibujo presenta como característica El trazo o la línea que en la obra de Elena Aguilera forma estructuras no totalmente cerradas compuestas de diferentes líneas en ocasiones mezclándose con letras (la letra E parece
Autorreferencial) y las yuxtaposiciones lineales con ascensos y descensos, gradaciones de alturas debido a un proceso técnico en el que la artista transmite automatizándose.
Casi de forma maquinal produce resultados dependientes de su estado de ánimo creando una obra que nos remite subjetivamente a representaciones de electrocardiogramas.
Este proceso vinculaba en un principio el color a la grafía reduciéndose/ampliándose actualmente a la oposición del blanco y el negro, si cabe en una búsqueda de claridad y eliminación de obstáculos.
“Obstáculos interpuestos entre el pintor y la idea, la idea y el observador como ejemplos de tales obstáculos citaré: la memoria, la historia, y la geometría” (5).
Manteniendo así pintura con dibujo, dibujo con pintura que ahonda en planos profundos y da perfiles delgados formando haces de líneas imbricadas que generan movimientos vivientes en un mundo de una facilidad- difícil.
MARÍA JOSÉ FERNANDEZ-MONTENEGRO MORALES