01 Apr La voz oculta del paisaje, Diario Informacion, Jose Luis Ferris
La voz secreta.
… el espectador penetra en la sala dispuesto a contemplar un espacio poblado de ventanas, de vanos que invitan a mirar el selecto producto de dos décadas de romances y batallas con la abstracción, con la emoción destilada de una íntima percepción del mundo. Y la primera etapa del recorrido ha de ser, necesariamente, las viejas construcciones abstractas que, con título (Entepfhul) o sin él, a partir de 1989 inauguraron un lenguaje capaz de traducir los estados del espíritu, las aguadas del alma. Puro espejismo tal vez para el paseante que se detiene y mira, porque Elena, lejos de explorar en las posibilidades infinitas de ese campo de líneas que se emboscan en negros o en azules, hace un quiebro y cambia de dirección, de sensibilidad y se lanza sin red hacia el paisaje, hacia ese género de la pintura en el que el artista se la juega frente al espectáculo del mundo, de la vida en su estado más puro, lo observa y lo interpreta, lo traza y lo disuelve hasta lograr una pintura que atrapa por su particular vibración, por su melancolía, por lo que tiene de ejercicio lírico y por esa sucesión de nocturnos que recuerda la caída de la luz y la feliz hegemonía de las sombras.
Pero hay más, porque un nuevo vuelco nos conduce a lo oriental, a la técnica china del paisaje, a la insistencia en la no perspectiva, en el eje gravitatorio, en la ley que impele a girar alrededor de un centro, a rotar con complejos e imposibles efectos, con veladuras que saben a perfume de lágrima o de niebla. Y todo ello sobre improvisadas superficies apenas preparadas, porosas, pero de sugestivos resultados. También hay en la exposición trabajos preparatorios, seis piezas que parecen caligrafías, hermosas escrituras, leves superficies apenas pintadas o tintadas, como si la artista se empeñase en dibujar palabras sobre fondos de seda o en atrapar sueños en aquellas texturas…
Al final uno no sabe qué le le agrada o le provoca más de esta artista, si su paleta suelta o vibrante o los paisajes de esa poética tan particular que nos esperan al concluir el recorrido. Y uno no lo sabe porque en un ángulo de lo que resulta y parece una exposición muy bien articulada, tras la veladura azul de unas telas colocadas a propósito para salvaguardar el paisaje último, la pintora nos invita a descubrir a través de la burka, del velo doliente de la mujer afgana, una serie de obras que no nos pueden dejar indiferentes. … la exposición de Elena Aguilera presenta una ocasión bastante infrecuente para coquetear con la emoción y descubrir la voz oculta del alma.
Sala de exposiciones de la CAM. Exposición comisariada por Francisco Jarauta.
JOSÉ LUIS FERRIS.